Es ese bagaje de sentimientos, sensaciones, emociones y fe, junto a su lucha por las Hermandades de Gloria, el que ha hecho que desembocase en el Pregón de las Glorias. Irene Gallardo habló de «las devociones que fueron, las que son y las que seguirán siendo». Con sus palabras llevó a las Hermandades de Glorias a la Catedral y un mensaje de, «homenaje a Sevilla y a la devoción mariana».
Especiales y sentidas fueron sus palabras hacia nuestra Corporación letífica: “Ni el olvido de algunos ni la indiferencia de otros han podido a lo largo de los años desterrar su devoción en la Iglesia de Sevilla. Casi ochenta años lleva la Hermandad de Santa Lucía, luchando contra las adversidades de los tiempos. Pidamos a esta Mártir que mediante su luz interceda por nosotros ante Dios Nuestro Señor. Ahora que podemos verla tan cercana a nosotros, en su altar del templo de San Román”.
Gracias Irene por contar, con toda plenitud, la belleza de las Hermandades de Glorias a las que ha demostrado, con creces, tu cariño y admiración.